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martes, 23 de febrero de 2010

Dejando a la fantasía libre...

¿Sabéis la historia de los pequeños reblots? Estos seres viven en un planeta totalmente diferente al nuestro, de escala mucho menor. Allí no hay tempestades ni lluvias, no existen las nubes y el cielo siempre es azul. Las noches pueden llegar a ser muy frías, y tienen que refugiarse en sus hogares, pero durante el dia lo normal es estar fuera de él. A veces, durante esas noches, hay tormentas electromagnéticas que se manifiestan en forma de rayos que rebotan por la tierra. Tal y como en nuestro planeta rebota una piedra al tirarla de forma apropiada al agua. Van dando saltitos. Estos rayos no son peligrosos, pues alli la electricidad puede viajar por el aire con una potencia mucho menor que aquí, gracias a su rara atmosfera. Pero a pesar de no resultar peligroso, a ningun reblot le haría gracia toparse con uno de esos rayos, sería muy molesto.
Os preguntaréis como son los reblots... Bueno, tienen un físico muy sencillo. Para que os hagais una idea, os daré una pequeña descripción. Son como una bola gelatinosa, con ojitos y una boca, que se mueve botando de un lado a otro. No tienen extremidades. Desconozco totalmente como son por dentro, pero deben tener un cerebro, pues son muy inteligentes. Además tambien deben tener una especie de aparato digestivo, pues se alimentan. Pero no parece que respiren ni que produzcan desechos de lo que comen, deben aprovecharlo todo.
Algun día os presentare a uno...

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